Los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad son objetivo de los terroristas yihadistas y lo saben. En el caso de
Madrid, los agentes locales han comenzado a solicitar más armas para
defenderse porque temen un posible ataque o secuestro.
La muerte de dos policías y una
agente municipal en
los atentados de París encendió todas las alarmas. Los miembros de la Policía
Local y de la Policía Nacional de toda España están en tensión desde que los terroristas
yihadistas advirtieran que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad son uno de sus
objetivos prioritarios. Temen un ataque o secuestro y quieren más
protección.
En el caso de Madrid, los agentes locales han comenzado a solicitar más armas para defenderse frente a un posible
ataque de los islamistas radicales. En los últimos días se han repartido
modelos de instancia para pedir a los responsables municipales medios para
hacer frente al temor que se ha instalado en el cuerpo municipal.
Los primeros que han preparado sus peticiones son los
funcionarios que están en controles de seguridad ciudadana y de alcoholemia. En
concreto, los agentes están pidiendo armas largas (Franchy SPAS-12 A.16933), medios para
la retención de vehículos como pinchos y
badenes desmontables, así como pasamontañas negros. Los
sindicatos, y la asociación profesional APMU, se han sumado a estas peticiones
con la exigencia de que adelante el plan de que cada agente tenga su propio
chaleco antibalas.
Avisos oficiales y alertas vía móvil
El inspector jefe de la Policía Municipal de Madrid ha
enviado una nota interna de carácter muy urgente en la que se pide a todos los
funcionarios que extremen las
medidas de seguridad de autoprotección, la cual se suma a las pautas distribuidas
desde el Ministerio del Interior. Pero no solo circulan avisos
oficiales para alertar a todas las dependencias policiales e informar sobre las
medidas de autoprotección que han de tomar los agentes. La preocupación es
enorme y los propios policías están difundiendo avisos relativos a posibles sospechosos
yihadistas. Estas informaciones, no siempre confirmadas, corren como la pólvora
y llegan a numerosas unidades policiales, fomentando la incertidumbre y el
miedo en muchos casos.
Es lo que ocurrió este lunes en la localidad de Fuenlabrada (Madrid). El nerviosismo se instaló en
el cuerpo municipal cuando se empezó a difundir que varios individuos habían
sido vistos en las inmediaciones de la Comisaría de la localidad tomando fotos
del edificio, así como de las placas de los coches patrulla y del personal que
entraba y salía, lo que inmediatamente hizo pensar que los jóvenes estaban
recopilando información para atentar contra miembros de la Policía Nacional en
el municipio madrileño. “Tienen horarios, cambio de turnos, placas, fotos…”,
reza uno de esos mensajes que circuló el lunes entre policías.
Agentes
de la Brigada Provincial de Información comparecieron en la Comisaría Local de
Fuenlabrada para dar cuenta de los hechos ocurridos por orden de su Jefe de
Grupo. Tras intervenir los teléfonos a los sospechosos y visualizar las
grabaciones de las cámaras de seguridad, se observó que uno de los individuos
fotografiaba a los otros tres, quedando a sus espaldas las dependencias y
vehículos policiales. Tras comprobar la documentación de los cuatro hombres se
concluyó que ninguno tiene nada pendiente y carece de interés operativo.
El problema de los chalecos
Dentro
de la alerta amarilla, se ha exigido a todos los policías que lleven los
chalecos puestos. Incluso en la orden del día, que se lee cada mañana en las
unidades, se recuerda que los policías que estén en la calle deben llevar
esta prenda. Sin embargo, los agentes tienen unos chalecos de talla única en
los coches, pero muchos no los utilizan porque les quedan grandes o pequeños y
les resultan incómodos para conducir.
CSIT-Unión Profesional llegó a decir que algunos de los
que disponen en la actualidad producen lesiones a los profesionales. También
recuerdan que no hay más que una talla única
para mujeres, lo que dificulta su uso entre las funcionarias.
Los agentes piden que sean unipersonales de talla adaptada a cada uno de los
usuarios. Este inconveniente hace que muchos policías
compren un chaleco con dinero de su bolsillo para poder llevar uno de su propia
talla y no tener que usar uno que no se adapta a su cuerpo.
El
Ayuntamiento anunció hace algunos meses la compra de 1.150 chalecos de uso
externo, que los sindicatos creen totalmente insuficiente. En todo caso, piden
que se agilice la compra pues no está prevista su entrega total hasta el año
2016. En el caso de CSIT protestó porque cree que el precio de los que ha
comprado el Ayuntamiento es de 783 cada uno, cuando en el mercado se pueden
encontrar por 550 euros de primera calidad.
http://vozpopuli.com/actualidad/56174-psicosis-yihadista-la-policia-de-madrid-pide-armas-largas-y-pinchos-antihuida-para-defenderse