Expansión.com
La subida
del sueldo de los funcionarios no será efectiva hasta
la aprobación
de los PGE de 2017
13/12/2016
El secretario de Estado de Presupuestos y Gastos, Alberto Nadal,
indicó este lunes que el Ministerio de Hacienda no contempla aprobar un decreto
ley para aumentar el salario de los funcionarios en 2017, sino que la posible
subida se incluirá en los Presupuestos del próximo año, que podrían aprobarse a
mediados de 2017.
Nadal
precisó que, en cualquier caso, el posible incremento salarial de los empleados
públicos se aplicaría con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2017, si
bien no quiso adelantar ninguna cifra, ya que el Gobierno tiene intención de
negociar las cuentas del próximo año con los grupos parlamentarios, dado que no
cuenta con mayoría suficiente en las Cortes.
Lo que no
está tan claro para Hacienda es si será necesario aprobar un decreto que
revalorice las pensiones en 2017, en principio un 0,25%, el mínimo previsto
legalmente, o si, por el contrario, no es necesario porque la propia ley que regula
estas prestaciones establece este incremento mínimo de manera automática. Nadal
explicó que los técnicos del Ministerio están analizando qué debe hacerse desde
el punto de vista jurídico.
Desde 2015
está vigente el llamado Índice de Revalorización de las Pensiones, que tiene en
cuenta la situación de las cuentas de la Seguridad Social, entre otros
factores, para determinar la actualización anual de las pensiones. Esta fórmula
contempla una revalorización mínima garantizada del 0,25% anual y una subida máxima
del IPC más 0,5%, prevista para épocas de bonanza.
Por otro
lado, el secretario de Estado de Presupuestos y Gastos, que tomó este lunes
posesión de forma oficial en la sede del Ministerio de Hacienda junto con otros
altos cargos del departamento, reiteró que España cumplirá con el objetivo de
cerrar los Presupuestos de 2016 con un déficit del 4,6% del PIB, incluso aseguró
que podría cerrar algo por debajo, en un 4,5%, aunque dependerá de cómo haya
ido la ejecución presupuestaria los últimos dos meses del año.
Para 2017,
recordó que el objetivo es acabar con un déficit del 3,1% y aseguró que el
Gobierno tendrá que hacer, por tanto, un ajuste de unos 16.500 millones de
euros, de ahí las medidas tributarias que se han adoptado para cumplir con el déficit.
Preguntado
acerca de si será posible el próximo año aumentar el gasto social tal y como se
contempla en el acuerdo firmado entre el Gobierno y Ciudadanos, afirmó que el límite
se encuentra en el techo de gasto, situado para el próximo año en algo más de
118.000 millones, porque para el Gobierno es irrenunciable cumplir con el
objetivo de déficit.
En este
sentido, dijo que en 2018, cuando el déficit tiene que recortarse al 2,2% del
PIB, el Gobierno contará con más margen desde el punto de vista del gasto público,
ya que el recorte del déficit respecto a 2017 será de nueve décimas, frente al
punto y medio entre 2016 y 2017.
Por su
parte, en el acto de toma de posesión de altos cargos del Ministerio de
Hacienda, el titular del departamento, Cristóbal Montoro, destacó que esta
legislatura estará marcada por el cumplimiento de la senda de consolidación presupuestaria
y la reforma de las administraciones públicas, al tiempo que pidió a su equipo
mucho "diálogo y pedagogía".
Expansión.com
El Gobierno aprobará la jubilación anticipada de
los policías
locales en junio de 2017
14/12/2016
El Ministerio de Empleo y Asuntos Sociales y la FEMP aprueban un
Real Decreto que regule la jubilación anticipada de la Policía Local.
El
Ministerio de Empleo y la Seguridad Social y la Federación Española de
Municipios y Provincias (FEMP) han dado luz verde a la elaboración de un Real
Decreto que regule la jubilación anticipada de los policías locales, una petición
que los sindicatos reivindican desde hace un año. La medida permitirá a todos
los 69.835 policías locales y autonómicos, 18.000 Mossos y 1.800 policías
forales que ejercen en España adelantar su edad de jubilación a los 59 años sin
perder su poder adquisitivo para equipararse con otros colectivos similares,
como la Ertzaina o los Bomberos.
El
objetivo de la FEMP es renovar la "plantilla envejecida" de las
fuerzas de seguridad, sin que esto afecte a su poder adquisitivo. Actualmente,
en España hay cerca de 70.000 policías locales, de los cuales 3.200 tienen más
de 60 años y 4.000 tienen entre 55 y 60.
El acuerdo
ha sido suscrito por el alcalde de Vigo y presidente de la FEMP, Abel
Caballero, durante una reunión con el secretario de Estado de la Seguridad
Social, Tomás Burgos, el secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo y el
subsecretario del departamento, Pedro Llorente, que ha tenido lugar este martes
en la sede del Ministerio de Empleo. El Real Decreto estará elaborado en seis
meses aproximadamente, por lo que se estima que estará listo para el mes de
junio.
Tanto el
Ministerio como la FEMP han acordado que el tipo de cotización de la policía
local será del 10% por encima de la cotización actual, porcentaje que será
asumido por los ayuntamientos en un 8,6% y por los propios policías en el 1,4%
restante. Además, según ha explicado Caballero, la FEMP solicitará a Hacienda
que estas cantidades no computen en el techo de gasto.
Este
aumento de la base general de cotización es "necesario para que la medida
no perjudique en términos financieros el sistema de Seguridad Social", tal
y como ha explicado secretario de Estado Tomás Burgos a los medios tras la reunión.
Por su
parte, el presidente de la FEMP ha declarado que este porcentaje de cotización
asumido por las administraciones locales son "cifras significativas"
pero que "nos parece bien". "Es una muy buena noticia, era de
todo derecho que la policía local pudiera jubilarse a partir de los 60 años
porque es una profesión muy dura", ha expresado Caballero. Según ha
revelado, "ha sido una reunión espléndida, de acuerdo
total".
Por su parte, la Seguridad Social también avaló la aplicación de los
coeficientes reductores para adelantar la edad de jubilación del colectivo.
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Las mejores recetas para esquivar a trepas y
pelotas
08/12/2016
Estos profesionales detectan el talento de los demás para
utilizarlo en beneficio propio. Para soportar trabajar con ellos es mejor
evitarlos o desenmascararlos en sus estrategias tóxicas.
Rivales
astutos y competidores empedernidos. Trepas y pelotas comparten esta definición,
aunque si nos ponemos en lo peor, los primeros son los más nocivos: su adulación,
en forma de falsa sonrisa y complacencia, es egoísmo puro y duro, un hacer lo
que sea por llegar a lo más alto. Juan Antonio Fernández, socio y director
general de Habittud, apunta que "mientras el objetivo del pelota es
mantener su puesto, el trepa pretende el ascenso a cualquier precio". ¿Quién
no se ha topado con estos personajes que viven en las organizaciones? Lo peor
de todo es que surgen por
doquier.
Los más peligrosos son los en apariencia mansos e inofensivos... Esa es su
estrategia de acecho para conseguir un objetivo que tienen claro: lograr el éxito
cueste lo que cueste. Acceder a un puesto de responsabilidad o simplemente
trabajar poco para conseguir mucho son sus metas y no pararán hasta
conseguirlo. Fingirán ser tus
amigos
cuando lo necesiten y luego desaparecerán del mapa... Hasta la próxima.
Quiénes son
Aunque
pueden hacer un daño irreparable en el clima y el entorno laboral, Puri
Paniagua, socia de Pedersen and Partners, cree que "son personajes soft,
ligeros, que no generan un gran impacto en el negocio. No se sabe si tienen opinión
propia, pero son hábiles identificando el poder y desarrollando relaciones
basadas en el aplauso o en el apoyo incondicional de los jefes".
Es
precisamente esa apariencia pacífica lo que les hace más dañinos. Porque, como
dice Marta Romo, socia de Be-Up, "un trepa no se considera a sí mismo como
tal. Ha aprendido a relacionarse así, a costa de los demás y le parece normal.
Por eso vive con una gran sensación de injusticia cuando los demás se revelan o
no le dan feedback". Añade esta experta un dato que puede ser definitivo
para cazarlos: "Son personas que no comparten sus objetivos o los del equipo,
ni intenciones, pero sí buscan que tú colabores con ellos para que puedan
conseguirlo". ¡Cuidado! Su estrategia es de lo más reveladora. Juan F. San
Andrés, consultor de dirección, organización y factor humano, apunta que
usualmente trepas y pelotas "evitarán tareas poco lucidas y se harán con
las más vistosas, sobre todo si le permiten acercarse al jefe. No comparten
información importante contigo pero saben extraer la que puedan tener los demás".
Poco amigos de expresar sus opiniones, Paniagua explica que "reafirman
siempre las de los jefes. Están cerca del poder, y en cuanto un poderoso cae en
desgracia, se alejan del mismo". Romo añade que es "difícil llegar a
acuerdos con ellos. Esto sucede porque sus valores y, en ocasiones, su forma de
actuar no coinciden con los de la mayoría.
También
por comportamientos contradictorios: no practican lo que predican y puedes
pillarlos en alguna mentira".
Actuación
No
intentes parecer lo que no eres ni te pongas a la defensiva, "sé honesto y
fiel a tu ideología", recomienda Paniagua. Para San Andrés, "dejarlo
en evidencia es algo que muchas veces apetece, pero no sé si es lo mejor para
un ambiente profesional. Creo que hacerle el vacío puede ser más pedagógico: un
trepa aislado es un trepa desactivado".Pararles los pies o plantarles cara
no parece lo más conveniente para Fernández, quien aconseja no entrar en su juego,
contarles lo indispensable para su trabajo, evitar darles confianza y atarlos
en corto: "Desde lo concreto, estricto control y seguimiento con todas su
acciones para que puedan ser documentadas". Optar por no hacerles ni caso
es la propuesta de Romo: "Lo ideal es no conversar con ellos. Si tienes
que colaborar con ellos o sois compañeros, lo más prudente es repartir el
trabajo y hacer un seguimiento. También conviene implicar al superior y
ofrecerle información sobre el avance del trabajo".
Convivencia
Si ya has
caído en sus redes o crees que han cazado a uno de tus compañeros, San Andrés
aconseja no callarse:
"Estos
vampiros del esfuerzo ajeno se nutren del silencio de las víctimas y de los
compañeros. Por eso hay que prevenir con sutileza a ese colega y compartirlo
con el resto del equipo. Un trepa desintegra un grupo si éste no está unido.
Rara vez es un estímulo para un mejor rendimiento". No muestres tus
cartas, normalmente se acercan a los más ingenuos. "No des tu opinión
directa sobre un tema hasta que el trepa se haya mojado o expresado sobre la
misma. Es la clave para desorientarlo. Hay que forzar que tenga un criterio
propio en todos los asuntos", asegura Paniagua. Y en la convivencia
inevitable -trepas y pelotas encandilan a los jefes más ingenuos tanto que los
consideran profesionales con talento-, pillarlos por sorpresa es la única
salida. Romo advierte de que "no se esperan reacciones diferentes a las
habituales. Hay que poner en evidencia sus comportamientos. Me refiero a no
darles la oportunidad de
lucirse.
Intenta anticiparte".
Otros colegas tóxicos que te harán la vida imposible
La ambición
profesional desmedida es lo que guía a los profesionales más nocivos para la
organización. Pero hay otros que, sin ningún desafío profesional, pueden
intoxicar al grupo y, peor aún, hacer un flaco favor a tu productividad y
eficacia laboral. Estos son los sospechosos habituales:
Los
muditos. No abren la boca. Viven en su cueva particular, como laboriosas
hormigas, pero esos trabajadores eficientes esconden una faceta malévola. No
hablan pero escuchan, y venderán tus ideas como propias e incluso mejor, porque
les pusiste en la pista y se centraron en ello.
Los
sabiondos. Son expertos en todo y te hacen sentir cada vez más ignorante.
Sin embargo, son fácilmente domesticables: no cesan de engordar su ego y se les
ve venir.
Los
cómodos. Cumplen rigurosamente su horario y se niegan a salir de su zona
de confort. Han logrado un estatus y quieren mantenerlo. No son un amenaza,
pero tampoco te echarán una mano. Trabajan para vivir y no aspiran a nada más.
Los
oportunos. Pendiente de las tareas más fáciles y más lúcidas, son expertos
en colocar los días libres de forma estratégica y los primeros en pedir las
vacaciones... Sin tener en cuenta al resto... 'Tonto el último'.
Los
'mandamás'. Hay que hacer lo que ellos digan. Jefes frustrados, no
soportan que nadie les lleve la contraria. Evitarles es la mejor opción.