El acusado, un español de 46 años sin antecedentes penales, llevaba una pistola simulada y actuó ataviado con un mono de trabajo, un gorro y una peluca, pero con la cara descubierta
La Guardia Civil de Ciudad Real detuvo el pasado viernes por la tarde en Alcázar de San Juan a un hombre acusado de haber atracado pocas horas antes una sucursal bancaria de Puerto Lápice. Según informaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno, el presunto autor de los hechos es F. J. S. M., de 46 años de edad, español y residente en el mismo municipio donde fue capturado.
Entró en la oficina bancaria minutos antes de la hora de cierre, sobre las 13.50, ataviado con un mono azul de trabajo, camiseta blanca de manga corta, un gorro blanco de algodón y una peluca rubia. Pero llevaba la cara descubierta, lo que obviamente facilitó su posterior identificación, puesto que incluso fue captada por las cámaras de videovigilancia de la propia sucursal. En aquel momento no había ningún cliente, sólo se encontraba en su interior el cajero que, amenazado por el atracador con una pistola que al final resultó ser falsa, le entregó un escaso botín de apenas 300 euros.
Tal y como confirmaron a La Tribuna las citadas fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real, el atracador actuó en solitario y, ya con el exiguo botín en su poder y todavía con el arma simulada en la mano derecha (así lo captaron las cámaras), salió de la sucursal y se dio a la fuga en un turismo que él mismo condujo. La Guardia Civil, por su parte, una vez alertada del suceso inició la investigación y estableció el dispositivo para localizar al atracador. La tarea resultó menos complicada de lo habitual para el Instituto Armado, dadas las pistas que había dejado y que facilitaron su detención en cuestión de horas tras ser identificado en plena calle en Alcázar de San Juan, donde no opuso resistencia. F. J. S. M., sin antecedentes penales, fue puesto a disposición del juez de Primera Instancia e Instrucción número 3 del citado municipio, que le ha dejado en libertad provisional con cargos (robo con violencia e intimidación) y con la obligación de comparecer una vez a la semana en el juzgado hasta el día en que se celebre el juicio.
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