Por su cercanía, la Policía Local es la primera en llegar al lugar de los hechos y generalmente la que inicia todos los trámites del hecho delictivo. Sin embargo, no siempre aparecen reflejadas como debería en los medios de comunicación, entre otras cuestiones porque sus actuaciones relacionadas con delitos y detenidos tienen que finalizar inevitablemente en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, o sea, Cuerpo Nacional de Policía o Guardia Civil, dependiendo de la demarcación, tal y como esté establecido. La salvedad la encontramos en los delitos contra la seguridad vial, en este caso la Policía Local instruye de principio a fin, a pesar de no tener respaldo legal de forma concreta en ninguna ley, pues la LO 2/86 le confiere competencias en la instrucción de atestados por accidentes de circulación en casco urbano, pero no por delitos.
Queda claro que la obsoleta Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la referida 2/86, necesita una reforma urgente ya que no reconoce a las Policías Locales las actuaciones que pueden llevar a cabo.
Otra cuestión preocupante es la comunicación y coordinación policial referida a la publicación de noticias. La Guardia Civil y la Policía Nacional disponen de muy buenos gabinetes de prensa o comunicación (como mejor gusten en llamar, aunque no son exactamente lo mismo), pero las Policías Locales son día sí y día también ninguneadas, olvidadas, dejadas al margen de las intervenciones, a pesar de ser los que inician las mismas. El problema es que las Policías Locales no disponen de gabinete propio que evitaría estas situaciones, parece ser que está en la dirección de estas instituciones, sus responsables no se percatan del potencial que tiene la comunicación en este ámbito, de cara al ciudadano.
Pongamos el ejemplo de un caso concreto, hace unos días, dos hombres de nacionalidad rumana herían gravemente al conductor de un turismo en la autovía A-30. Vamos a contar cómo sucedió realmente, ya que no ha sido exactamente como se leyó o vió en los medios. Les cuento cosas como que las piedras eran del tamaño de un balón de fútbol y las lanzaban como si de un saque de banda se tratase, no desde el puente sino desde la cuneta. Un camionero avisó al 112 y éste a Guardia Civil que, al no disponer de suficientes patrullas, requirió el apoyo de Policía Local, acudiendo a la solicitud hasta cuatro patrullas locales, realizando un servicio coordinado entre ambos Cuerpos, en la búsqueda, detención y traslado de los sospechosos. Los detenidos, por ejemplo, fueron trasladados por agentes locales al Cuartel de Guardia Civil.
Sin quitar el mérito a nadie, pero ya está bien, reconozcamos las cosas como son, nombremos a la Policía Local cuando corresponda, que los responsables abran los ojos, y por favor, que el legislador modifique lo antes posible la Ley de Fuerzas y Cuerpos de seguridad.
Carris